Capturando el paisaje sonoro atemporal de los árboles más altos del mundo
30 de octubre de 2025
El sonidista Thomas Rex Beverly utilizó micrófonos de condensador Sennheiser MKH RF para descubrir los sonidos ocultos de un antiguo bosque de secuoyas.
Wedemark, octubre de 2025 - Este viaje de grabación realmente destaca en el fascinante trabajo de Thomas Rex Beverly, y ha dejado una impresión duradera en el grabador de campo: En marzo y octubre del año pasado, se le permitió grabar en un antiguo bosque de secuoyas y trepar a uno de los gigantescos árboles para captar su rico paisaje sonoro a diferentes alturas. Con la ayuda de una selección de micrófonos Sennheiser -incluidos los renombrados micrófonos de condensador MKH Serie 8000- Beverly no sólo buscaba documentar el sonido ambiental de un bosque virgen y los sonidos sutiles e íntimos de una de las secuoyas, sino también preservar y compartir la esencia auditiva del antiguo ecosistema de las secuoyas.

"Hay más gente que ha escalado el Everest que la que ha subido a una secuoya", dice Beverly, destacando el hecho de que estos árboles gigantes están estrictamente protegidos. Sólo cuando Beverly se puso en contacto con la Sempervirens Fund, una organización dedicada a preservar los bosques de secuoyas, obtuvo -tras un cuidadoso examen- permiso para grabar en una secuoya. Las grabaciones tuvieron lugar en el corazón de las montañas de Santa Cruz, en California, en un aislado bosque de secuoyas protegido por el fondo. Los árboles de esta zona protegida, algunos de los cuales alcanzan los 80 metros de altura, no se han visto afectados por la tala y se cree que algunos tienen más de 1.000 años. Beverly describe el bosque como "asombroso", destacando su estado prístino y la oportunidad que ofrecía de acceder a árboles que habían permanecido intactos durante siglos. "Se trataba de minimizar la contaminación acústica y acceder a los árboles sin causarles daño", explica. "El lugar era perfecto para este tipo de exploración sónica profunda".

Una profunda conexión con los árboles
La conexión de Beverly con los árboles es profunda. Cuando crecía en Texas, trepaba a menudo a los robles con su padre, lo que fomentó su fascinación por los árboles viejos. "Siempre me han atraído las historias que cuentan los árboles a través del sonido", dice. "Las secuoyas, en particular, ofrecen una perspectiva única de la naturaleza. Este proyecto trataba de captar no sólo el sonido del bosque, sino la esencia de los propios árboles."
Algunas de las herramientas principales de Beverly para el proyecto fueron los micrófonos Sennheiser de la serie MKH 8000, que eligió por su claridad, amplia respuesta de frecuencia y capacidad para capturar sonidos ambientales matizados en entornos difíciles. Su configuración incluía los micrófonos MKH 8020, MKH 8030 y MKH 8040 en varias configuraciones para captar la diversidad acústica de la arboleda de secuoyas. El MKH8020 es especialmente adecuado para captar los sonidos más sutiles de las secuoyas gracias a su bajo nivel de ruido propio y a su alta sensibilidad.
"Tenía una configuración ORTF doble de Sennheiser MKH 8040", explica Beverly. "Estuve probando configuraciones direccionales con los MKH 8040 y MKH 8030, apuntando los micrófonos hacia arriba para captar los sonidos de la copa de los árboles mientras grababa desde el suelo del bosque".

Dada la imponente altura de las secuoyas, era imprescindible captar el sonido desde varias capas verticales. Beverly señala: "La diferencia de sonido entre la base del bosque y los 60-80 metros de altura es enorme. En muchos árboles, las ramas no empiezan hasta unos 50 metros de altura, por lo que grabar desde el suelo del bosque y luego desde la copa ofrece una perspectiva sonora totalmente distinta".
"Así que el objetivo principal de los micrófonos era grabar en la base del árbol, a unos 30 metros de altura, a 60 metros y a 70 metros. Todos los micrófonos grababan en paralelo para que, al sincronizarlos, se pudiera oír el mismo sonido desde distintas alturas del árbol. Por ejemplo, cuando entraba una gran ráfaga de viento, se oía a 30, 60 y 70 metros. Esto permite a los oyentes conocer mejor los micro-ecosistemas del árbol".
Durante diez días de marzo de 2024, Beverly colocó varios micrófonos en la arboleda para captar diversos sonidos ambientales. La configuración incluía micrófonos omnidireccionales espaciados, la configuración ORTF doble y experimentos con el micrófono AMBEO VR ambisonics de Sennheiser, que se utilizó para capturar audio espacial a través del paisaje vertical de los árboles.
"Más gente ha subido al Everest que a una secuoya centenaria".
Los sonidos del interior de una secuoya
Quizás el elemento más llamativo del proyecto de Beverly fue su exploración de los sonidos del interior de los árboles. Utilizando micrófonos de contacto colocados con cuidado directamente sobre la corteza, pudo grabar el singular sonido "crepitante" del agua que asciende por el xilema, el tejido responsable del transporte de agua y nutrientes dentro del árbol.
"Grabar los sonidos del interior del árbol fue una de las partes más fascinantes del proyecto", recuerda Beverly. "Se obtiene un sonido crepitante, casi susurrante, cuando el agua asciende por la corteza. Eso es algo que los MKH 8020 -geniales para captar sonidos ambientales- no podían captar, así que los micros de contacto ayudaron mucho a crear esa dimensión."
Este experimento llevó a un descubrimiento inesperado. Beverly se dio cuenta de que los micrófonos de contacto también captaban ciertos ruidos fuertes, como las llamadas de un cuervo o un búho. "Cuando el cuervo hacía una llamada lo bastante fuerte, hacía vibrar el árbol y yo podía oírla a través del micrófono de contacto", explica. "Era una forma única de experimentar cómo las llamadas de la fauna pueden hacer vibrar el propio árbol".
La posibilidad de yuxtaponer los sonidos ambientales captados por los micrófonos MKH 8040 con los sonidos internos del árbol a través de los micrófonos de contacto proporcionó a Beverly una visión sonora más profunda de este antiguo organismo vivo. "Es una perspectiva totalmente nueva, y es conceptual y sónicamente fascinante pasar del entorno exterior del árbol a la vida interna del propio árbol", añade.

Grabación en la copa de los árboles
Tras una pausa de medio año para proteger a un ave poco común que cría en las secuoyas, el punto álgido del proyecto de Beverly llegó en octubre, cuando él y dos guías de escalada instalaron equipos a distintas alturas en uno de los árboles para grabar los sutiles sonidos de la copa de los árboles. Esto requirió un proceso de varios días en el que se utilizó equipo de escalada, ballestas para disparar cuerdas sobre las ramas y una cuidadosa planificación para garantizar la mínima alteración de la salud del árbol.
"Empezamos tirando un hilo de pesca por encima de la rama, lo que nos llevó casi todo el día. Después fuimos pasando gradualmente cuerdas más gruesas y finalmente colocamos una cuerda de escalada", explica Beverly. Este proceso llevó unos tres días de meticuloso trabajo.

A distintas alturas dentro del árbol, Beverly colocó micrófonos para captar los eventos sonoros desde diferentes perspectivas verticales. Así lo explica: "Al tener dos equipos en el suelo del bosque y tres en el propio árbol, podía cambiar de una perspectiva a otra si ocurría algo importante, como la caída de una rama o la llamada de un animal".
Al grabar no sólo en la copa del árbol, sino también en varios puntos de la copa inferior y en la base, quedaron claras las marcadas diferencias de sonido entre estas capas del árbol, como señala Beverly: "El viento suena muy distinto según en qué parte del árbol te encuentres. Las agujas de la copa baja son mucho más grandes porque no hay tanta luz y están intentando conseguir humedad, mientras que en la copa del árbol las agujas son mucho más pequeñas".
Esta perspectiva vertical permitió a Beverly captar los sutiles cambios del viento, los sonidos de los animales e incluso los crujidos de las ramas a diferentes alturas. "La tranquilidad de las arboledas de secuoyas es extraordinaria. Aquí hay pocas especies animales, así que cuando ocurre algo -la rotura de una rama, la llamada de un animal- salta a la vista", explica. "Una noche hubo una tormenta de viento y pude captar el sonido de la caída de una secuoya gigante. Sonaba como una explosión a lo lejos".

Uno de los aspectos innovadores del proyecto de Beverly fue su uso de matrices de micrófonos en 3D. Construyó una configuración 4.0.2, utilizando cuatro micrófonos omnidireccionales MKH 8020 en una formación cuadrada en la base del árbol, con dos MKH 8040 colocados por encima de ellos. Esta disposición se diseñó para captar el elemento vertical del paisaje sonoro del bosque, añadiendo profundidad y dimensión a las grabaciones.

"Tenía muchas ganas de crear configuraciones de micro 3D con los micros de la serie MKH 8000", explica Beverly. "Los 8020 y 8040 de este array eran ideales para captar el enorme componente vertical de este entorno".
Además, Beverly montó un array similar en la copa del árbol para grabar sonidos de la copa e integrarlos en una mezcla 3D. "El reto fue manejar todo el equipo, incluidas las cuerdas y los micrófonos, a gran altura", afirma. "Pero fue una experiencia increíble. Es muy diferente a grabar en múltiples ecosistemas a kilómetros de distancia; en este caso se trataba de captar los matices de un solo árbol."

"Estar con un arnés durante horas, lidiando con baterías y tarjetas SD, mientras intentaba sujetar todo a las ramas... fue complicado", dice. "Pero la recompensa de poder captar los sonidos de la copa del árbol y yuxtaponerlos a los del suelo del bosque hizo que mereciera la pena".
Una noche en las alturas
Beverly también pasó la noche en un barco en un árbol, una hamaca suspendida a casi 70 metros de altura. "Uno de los momentos más surrealistas fue cuando me tranquilicé en la hamaca y empecé a grabar con mis MKH 8020. Apenas pasaba nada, sólo las débiles ráfagas de viento que se movían por el dosel", recuerda. Pero esa sensación de espacio, estar tan alto, con los lejanos cantos de los búhos y el viento arremolinándose a tu alrededor, era increíble". "Ver las estrellas desde las copas de los árboles, un precioso amanecer y oír a todo el bosque despertarse con el coro del alba es algo surrealista".

A pesar de los desafíos físicos, Beverly encontró la experiencia profundamente gratificante. "Es uno de los montajes más complicados que he hecho, pero también uno de los más singulares. Nadie ha intentado capturar realmente los sonidos del dosel de una secuoya".
"Ver las estrellas desde la hamaca, un precioso amanecer por la mañana, y oír a todo el bosque despertarse con el coro del amanecer, es bastante surrealista".
El proyecto de Thomas Rex Beverly para capturar el paisaje sonoro de las secuoyas de California con micrófonos Sennheiser es un esfuerzo pionero en la grabación de sonidos de la naturaleza. A través de innovadoras configuraciones, incluyendo matrices de micrófonos 3D y micrófonos de contacto, Beverly fue capaz de explorar los matices de la acústica del bosque desde una perspectiva totalmente nueva. Este proyecto no sólo arroja luz sobre el rico y complejo mundo sonoro de las secuoyas, sino que también demuestra el poder de los micrófonos de alta calidad para captar los delicados sonidos del mundo natural. Fundamentalmente, es un testimonio de la profunda conexión entre el sonido y el medio ambiente, y de la importancia de preservar estos antiguos gigantes.

Si quieres ayudar a proteger más árboles milenarios, haz un donativo al Fondo Sempervirens en sempervirens.org.
Vea el vídeo de Thomas Rex Beverly entre bastidores en The Pulse:
(Fin)
Las imágenes de alta resolución que acompañan a este comunicado de prensa y otras imágenes adicionales pueden descargarse aquí.
Thomas Rex Beverly - Recording Redwoods.docx
DOCX - 5.3 Mb
Thomas Rex Beverly - Recording Redwoods.pdf
PDF - 2.6 Mb

Mara Guillen
Trade Marketing Manager Pro Audio, Sennheiser electronic SE & Co. KG
